11/2/12

Mi tiempo perdido

Guardo todavía el quejumbroso tonel,
no he dejado ennegrecer el vino,


yo soy una bóveda, es decir, mi corazón,
atrapados en la oscuridad, noche gigantesca,
puedo sentir tu mano
-tu mano de noche,
de sombra,
de epifanía-,


pero beber de aquel tonel, saber que mi piedra fermenta,
que mis ojos son laguna en tu paisaje,
no esposible decirlo.