6/7/10

ARDE EL PUENTE QUE ME LLEVA A CASA (fragmento)

Soy un presagio errático

Y no tengo más remedio que seguir vivo, perseverante

No sé por qué, no sé hacia dónde

¡Me han estafado y sigo vivo!

Y así puedo verlo desde la altura

Amerindia,

Veo como arde

¡Arde el puente que me lleva a casa!

Y no quedan rastros de mi trayectoria

Si muere el objeto

De mi fe, muere,

ARDE EL MUNDO QUE HABÍAMOS DISEÑADO

ARDE PORQUE NO PUEDE HABER PRESENCIAS HUMANAS

2/7/10

EL CAMINO DEL VENENO



Semejante humo aglutina las secuencias rituales,

empañada la cabeza, un agujero demasiado profundo

llueve nuevamente sobre Santiago,
escondido en la madriguera
recolecto afiladas sombras,

y repaso...

con qué arrogancia prescindía del espejo
la viva imagen de la soledad, en esos días tan nítida
como balas acorazadas contra el ser humano,
YO -lo imposible,
habría sido capaz de ahogarme en silencio,
absolutamente sólo.

Y la lluvia, un emblema letal ante las paredes
manifiesto milagro que señala el cielo,
traspasando vigoroza la velocidad del tiempo,
irrefutable ante la vergüenza
la vergüenza del uno-mismo

atormenta el suelo, cuya capa deshecha
masca de paciencia a los hombres-momentos,
con dientes como afilados zables,
con lenguas de superfluas carreteras,
y dice lluvia, lluvia

y la lluvia reprimiendo el bulto
los cartones finalmente mojados


escombros...

lluvia de noche y mi espejo quebrado.

11/5/10

No, no sería más claro

ni llovería al final


creo verlo redundar en aquella ilusión

a través de un catalejo confuso

siempre atenuado por un opaco cristal


lo gris,

efímera compañía como el humo

profunda nostalgia del padre envenenado

lúgubre navío.

13/4/10

Los cuchillos del aposento

en el último residuo de aquella calle

ocultos como el barro,

a la distancia difíciles emblemas…

un acto poético en toda su esperanza

una lápida,

un rígido cemento para mi deslumbre

una fuerza retraída entre las gentes

En la era animal, miles de suspiros

preguntándose la causa del hambre

y después, los inversos goterones de sangre

ojos, ojos tras miradas de ojos

nunca olvidarían el pasado

y sin embargo estarían cerca de aparecerse nulos,

¡Cuchillos clavarían su filuda trompeta!

¡El día caería nuevamente transformado en ocaso!

Y los rezos repartidos como entrañas de pan,

dejaríanse caer al suelo mascullando,

sellando el pacto,

atravesando nuevamente la barrera del pobre.

9/3/10




sobre el cielo había expirado mi templanza
dios se hacia cómplice
de mi celo,
se rompió el cascarón de Adán
y sobre nosotros cayó tiernamente
una pluma

5/1/10


Soy agua, ojo de mercurio, sangre fluvial por los paredones de Santiago. Muros de hambre, nacimientos permanentes, agua que cae de la fuente al ojo, agua derramada desde un cáliz maternal llamado centro.

EL ÁNGEL




La espalda del ángel era fornida y de grandes alas,

pesadas,

fue la primera impresión,

luego su cabeza derrotada,

sobre ella irrumpía un cielo azul intenso,

miraba aquel cuerpo humano

inerte sobre el pavimento.

Las alas del ángel no pronunciaron una sola palabra,

estaban mudas

y su peso viril

se desplomaba opaco sobre su lomo

como petrólelo que mancha

los cuerpos aún en vida.

Su utilidad no era real,

era más bien una cruz.

Y TODO EL CIELO PESABA,

TODO EL CIELO PESABA SOBRE NUESTRAS CABEZAS.