13/4/10

Los cuchillos del aposento

en el último residuo de aquella calle

ocultos como el barro,

a la distancia difíciles emblemas…

un acto poético en toda su esperanza

una lápida,

un rígido cemento para mi deslumbre

una fuerza retraída entre las gentes

En la era animal, miles de suspiros

preguntándose la causa del hambre

y después, los inversos goterones de sangre

ojos, ojos tras miradas de ojos

nunca olvidarían el pasado

y sin embargo estarían cerca de aparecerse nulos,

¡Cuchillos clavarían su filuda trompeta!

¡El día caería nuevamente transformado en ocaso!

Y los rezos repartidos como entrañas de pan,

dejaríanse caer al suelo mascullando,

sellando el pacto,

atravesando nuevamente la barrera del pobre.