Guardo todavía el quejumbroso tonel,
no he dejado ennegrecer el vino,
yo soy una bóveda, es decir, mi corazón,
atrapados en la oscuridad, noche gigantesca,
puedo sentir tu mano
-tu mano de noche,
de sombra,
de epifanía-,
pero beber de aquel tonel, saber que mi piedra fermenta,
que mis ojos son laguna en tu paisaje,
no esposible decirlo.

11/2/12
9/1/12
El azul del cielo.
se abalanza sobre mí
es similar a la distancia
inconmesurable
de nuestros cuerpos.
2/1/12
Tazas de Vidrio.
He visto madrugar
tus ojos
plantados en la aguda
tormenta,
a quién miraban
dichas pupilas negras;
en el suelo
dos monedas
han perdido
su sitio,
¡yo te las devuelvo,
tengo apiladas
unas sillas
sobre cuyas tazas
llueven
infinitos
inviernos!
tus ojos
plantados en la aguda
tormenta,
a quién miraban
dichas pupilas negras;
en el suelo
dos monedas
han perdido
su sitio,
¡yo te las devuelvo,
tengo apiladas
unas sillas
sobre cuyas tazas
llueven
infinitos
inviernos!
Suscribirse a:
Entradas (Atom)